Daniel Goleman, con su famoso libro Inteligencia emocional, puso de manifiesto cómo las personas que se sienten más felices son las que saben identificar y manejar sus emociones.
Según Goleman, una persona feliz es la que:
- Conoce sus propias emociones.
- Sabe regular sus emociones.
- Sabe automotivarse.
- Sabe reconocer las emociones de los demás.
- Sabe establecer relaciones positivas con los demás.
¿Cuántos de estos factores tienen que ver con nuestro coeficiente intelectual o con nuestros resultados académicos?.
Si tan importante es la inteligencia emocional: ¿quién nos educa emocionalmente?, ¿Dónde se educan las emociones?, ¿Cómo educar emocionalmente?.
La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del ser humano, con objeto de capacitarle para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social (Bisquerra, 2000).
El contexto familiar es una oportunidad idónea para el desarrollo de competencias emocionales. Asimismo, el entorno escolar es imprescindible para favorecer la educación emocional; hoy en día se están llevando a cabo programas de educación emocional en distintos centros educativos y desde edades muy tempranas.
Para que los niños y niñas sean más inteligentes emocionalmente, debemos ayudarles a identificar y manejar sus emociones y plantearles situaciones que favorezcan su capacidad de afrontar los retos de la vida cotidiana; para ello os recomiendo trabajar las emociones a través del cuento. Hace poco que conozco los libros de cuentos de Begoña Ibarrola y he de deciros que me encantan!!!, en concreto:
– CUENTOS PARA SENTIR. Educar las emociones (Ediciones SM, 2003). Son 46 cuentos en los que se trabaja la ALEGRÍA, TRISTEZA, ENFADO, MIEDO, ORGULLO, ENVIDIA Y CELOS, CONFIANZA EN UNO MISMO, VERGÜENZA Y CULPA. Cada emoción se explica brevemente antes de pasar a una serie de cuentos referidos al tema. Al final de cada cuento hay una serie de reflexiones que invitan al niño al diálogo y a la interiorización de una serie de valores y principios, posibilitándole de forma interactiva la modificación del cuento así como su expresión a nivel plástico.
– CUENTOS PARA SENTIR. Educar los sentimientos. (Ediciones SM, 2003). Son 40 cuentos en los que se trabajan sentimientos y valores universales: AMOR, ANSIEDAD, CRUELDAD, EMPATÍA, GRATITUD, ILUSIÓN Y ESPERANZA, RECHAZO, SOLIDARIDAD, SORPRESA Y VALENTÍA. Esta segunda parte nace con la misma intención pero abordando diferentes emociones y sentimientos que ayudan a interiorizar algunos valores universales.
http://www.begoñaibarrola.es/index.html
Por otra parte, no hay que olvidar que, como principales modelos, debemos cuidar la forma en la que conducimos nuestras propias emociones y reacciones delante de los niños/as; así es importante que verbalicemos el sentimiento cuando estemos contentos, enfadados, etc., para aportar y ampliar su vocabulario emocional. Por otra parte, cuando los niños y niñas detectan cómo están, es conveniente ayudarles a poner nombre a esa emoción y trabajar su causa, encontrar la mejor manera de expresarla e identificar los gestos relacionados con cada una de las emociones.
Conviene destacar que todas las emociones son legítimas y por lo tanto es necesario aceptarlas; ahora bien, a pesar de dicha legitimidad, el comportamiento automático que se deriva de algunas de ellas no siempre es adecuado (como la respuesta de atacar asociada a la ira). Es importante que los niños y niñas puedan aprender la diferencia entre “estar enfadado/a” (totalmente legítimo) y actuar de manera impulsiva como respuesta a dicho enfado (“pegar”, no es legítimo ni aceptable).