El abuso sexual infantil es una de las formas más graves de violencia contra la infancia y conlleva efectos devastadores en la vida de los niños y las niñas que lo sufren.
Supone la imposición de comportamientos de contenido sexual por parte de una persona (un adulto u otro menor de edad) hacia un niño o una niña, realizado en un contexto de desigualdad o asimetría de poder, habitualmente a través del engaño, la fuerza, la mentira o la manipulación.
El abuso sexual infantil puede incluir contacto sexual, aunque también actividades sin contacto directo como el exhibicionismo, la exposición de niños o niñas a material pornográfico, el grooming o la utilización o manipulación de niños o niñas para la producción de material visual de contenido sexual.
Según los datos disponibles, se estima que uno de cada cinco niños/as en Europa es victima de alguna forma de violencia sexual. Entre el 70 y el 85 por ciento de los casos, la víctima conoce al autor de los actos de violencia.
Aunque es difícil obtener cifras exactas que muestren la magnitud del problema, el número de casos presentados a los Tribunales relativos a abusos sexuales cometidos en instituciones y ámbitos dedicados al cuidado de los/as niños/as no cesa de aumentar. Ninguna institución es inmune. Las instituciones que carecen de las medidas de prevención, protección y vigilancia adecuadas pueden constituirse en contextos propicios para los agresores sexuales. Este riesgo se incrementa especialmente en los casos de niños, niñas y adolescentes con discapacidad, debido a que presentan una vulnerabilidad mayor.
Lamentablemente, la revelación de la violencia por parte de la victima no siempre pone fin a la misma. Con demasiada frecuencia, los/as niños/as también son victimas de otro tipo de circunstancias relacionadas con la respuesta que las personas adultas ofrecemos en estos casos: lagunas en la legislación, la falta de coordinación entre profesionales y dispositivos de atención directa a los niños, niñas y sus familias, o una formación inadecuada de los servicios judiciales, sociales y sanitarios. Esta falta de respuesta unificada, cualificada y coordinada repercute en las victimas a las que se pretende proteger e interfiere significativamente en su proceso de recuperación.
La entrada en vigor, el 1 de julio de 2010 del Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la explotación y el abuso sexual (conocido como “Convenio de Lanzarote”) representa un avance importante en la prevención de la violencia sexual, la protección de los/as niños/as y la lucha contra la impunidad.
En este sentido el Consejo de Europa pone en marcha la campaña “Uno de cada cinco” por la que se pretende conseguir que todos los sectores, ámbitos y agentes directa e indirectamente relacionados con la atención a niños, niñas y adolescentes se involucren en la prevención del abuso sexual en personas menores de edad.
“La Regla de Kiko” es una guía sencilla para ayudar a los padres, madres y educadores/as a explicar a los niños y niñas dónde otras personas no pueden tratar de tocarles, cómo reaccionar y a quién dirigirse para pedir ayuda.
El material consta de:
– Un vídeo animado.
– Un cuento ilustrado para leer a los niños y niñas de 3 a 7 años.
http://www.underwearrule.org/source/text_es.pdf
– Varios modelos de carteles y postales.
Todo este material está disponible a través de las siguientes webs:
www.laregladekiko.org
www.fapmi.es
Reblogueó esto en Elisa Piensay comentado:
que chulo!!, me encanta….lo recomiendo