Es evidente que la incorporación de las mujeres al ámbito público no ha sido una puerta giratoria que haría a los hombres incorporarse en igual medida al ámbito doméstico; esta falta de implicación de los hombres en el cuidado, conlleva que sigan siendo las mujeres quienes tengan que asumir esta responsabilidad.
El movimiento de los hombres por la igualdad plantea iniciar un proceso necesario de reflexión y práctica para lograr el cambio personal de los hombres hacia posiciones más igualitarias.
Una de las características más importantes de este movimiento es el reconocimiento de que el patriarcado, como origen de una sociedad marcada por las injusticias y las desigualdades, sitúa a los hombres en una situación de ventaja por el mero hecho de serlo, por lo que plantean y reivindican “estar dispuestos a perder privilegios para ganar en igualdad”, desde el convencimiento de que con el cambio ganamos.
Estos serían algunos de los ejes que distintos grupos del movimiento de hombres por la igualdad tienen en común:
- El compromiso de los hombres con el cambio personal (expresión de afectos, gestión de la frustración, vivencia de la sexualidad, compromiso contra la homofobia…).
- La lucha activa contra la violencia hacia las mujeres y la discriminación por razones de género.
- Asumir de forma igualitaria de nuestra responsabilidad en el cuidado de las personas.
- El apoyo, impulso y visibilización de modelos positivos de masculinidad (hombres cuidadores, pacíficos, sensibles…).
- El compromiso de los hombres con el cambio en el ámbito público (generar una masa crítica de hombres a favor de la igualdad, defender estrategias de conciliación, renunciar a espacios de poder para que sean ocupados por mujeres, propuesta de cambios legislativos…).
Os invito a ver el estupendo documental “Hombres”, con guión y dirección de José Pedro Estepa, en el que se cuestiona el actual modelo de masculinidad.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=cfuhK-Tj7SE?feature=player_detailpage&w=640&h=360]
Plantea que todo hombre es una revolución pendiente, en el sentido de que lo que tienen que conquistar está dentro de ellos mismos: “Ser hombre no es lo mismo que ser machista, tú eliges qué tipo de hombre quieres ser…”.